¿Cuál es la diferencia entre pastillas, discos y líquido de frenos? Todo lo que debes saber
- samamotors01
- 26 jul
- 4 Min. de lectura
Cuando hablamos de seguridad vial, no hay margen para errores. El sistema de frenos es, sin duda, uno de los elementos más críticos de cualquier vehículo. Sin embargo, no todos los conductores conocen cómo funciona realmente, ni cuál es la diferencia entre pastillas de freno, discos y líquido de frenos.
En este artículo, desde Sama Motors, tu taller mecánico especializado en frenos en Bogotá, te explicamos de forma clara y profesional qué función cumple cada uno de estos componentes, cómo saber cuándo necesitan reemplazo y por qué su mantenimiento no puede esperar.
¿Qué es el sistema de frenos?
El sistema de frenos de un vehículo está diseñado para reducir la velocidad o detener el movimiento de las ruedas mediante la fricción. Para lograrlo, intervienen varios componentes que trabajan en conjunto, principalmente:
Pastillas de freno
Discos de freno
Líquido de frenos
Entender cómo interactúan te ayudará a detectar fallos a tiempo y evitar reparaciones costosas o accidentes.
1. Pastillas de freno: el primer punto de fricción
¿Qué son?
Las pastillas de freno son placas compuestas de material de fricción que presionan contra los discos para detener las ruedas. Son el componente que más se desgasta, ya que están en contacto directo con el disco en cada frenada.
¿Cómo funcionan?
Cuando pisas el pedal, el sistema hidráulico empuja las pastillas contra el disco giratorio, generando fricción que desacelera el vehículo. Este proceso se repite cientos de veces en cada trayecto, lo que genera desgaste constante.
¿Cada cuánto se cambian?
Depende del estilo de conducción, peso del vehículo y tipo de pastilla, pero en promedio deben cambiarse entre 20.000 y 40.000 kilómetros.
Señales de desgaste:
Ruidos metálicos o chirridos al frenar
Mayor distancia de frenado
Vibración en el pedal
Luz de advertencia en el tablero
Tipos comunes de pastillas:
Orgánicas: silenciosas pero se desgastan rápido
Semi-metálicas: buena durabilidad, mayor ruido
Cerámicas: alto rendimiento y menor desgaste, ideales para vehículos modernos

2. Discos de freno: el componente que recibe la presión
¿Qué son?
Los discos de freno (también llamados rotores) son superficies metálicas circulares unidas a las ruedas. Las pastillas los presionan para generar fricción y detener el giro de la rueda.
¿Cómo funcionan?
Cuando las pastillas se comprimen contra el disco, se produce una fricción intensa que convierte la energía cinética del movimiento en calor. Por eso los discos deben ser resistentes a altas temperaturas y al desgaste.
¿Cada cuánto se cambian o rectifican?
Rectificación: cada 1 o 2 cambios de pastillas, si no están muy desgastados ni deformados.
Reemplazo: cuando están alabeados, tienen ranuras profundas o su espesor es menor al mínimo recomendado.
En promedio, los discos de freno duran entre 50.000 y 70.000 km, dependiendo del uso.
Señales de que necesitan atención:
Vibración o golpeteo al frenar
Ruido metálico constante
Desgaste irregular
Disminución de potencia de frenado
En Sama Motors, contamos con herramientas de medición especializadas para determinar si un disco puede ser rectificado o si requiere reemplazo.

3. Líquido de frenos: el “puente hidráulico” del sistema
¿Qué es?
El líquido de frenos es un fluido hidráulico que transmite la fuerza que aplicas en el pedal a las pastillas. Sin este componente, el sistema no puede generar la presión necesaria para frenar.
¿Cómo funciona?
Cuando pisas el pedal, el líquido se comprime dentro de los conductos y activa los pistones que empujan las pastillas contra los discos. Debe mantener una viscosidad estable y no absorber humedad, ya que esto puede provocar fallos.
¿Cada cuánto se cambia?
El líquido de frenos se debe cambiar cada 2 años o cada 40.000 km, lo que ocurra primero.
Con el tiempo, absorbe humedad del ambiente, lo que reduce su punto de ebullición. Si el líquido hierve, se forman burbujas de aire que provocan pérdida de presión: el famoso “pedal esponjoso”.
Señales de que está vencido:
El pedal se siente blando o llega hasta el fondo
Disminución en la potencia de frenado
Presencia de humedad en el depósito
Cambio de color (debe ser claro; si es marrón oscuro, ya está contaminado)

¿Qué pasa si uno de estos componentes falla?
Un solo componente en mal estado puede comprometer todo el sistema de frenado. Aquí te explicamos algunos escenarios reales:
Si las pastillas están gastadas, rayarán los discos, lo que generará más costos.
Si los discos están alabeados, afectarán el desempeño de las pastillas, generando vibraciones y menor capacidad de frenado.
Si el líquido está contaminado, podrías perder presión hidráulica y el carro simplemente no frenará como debe.
Por eso es tan importante realizar revisiones periódicas del sistema de frenos, y no esperar a que aparezca una falla evidente.
Mantenimiento del sistema de frenos: lo que debes hacer
En Sama Motors, recomendamos:
✅ Revisión de pastillas cada 10.000 km
✅ Rectificación o inspección de discos cada 20.000 km
✅ Cambio de líquido de frenos cada 2 años
✅ Revisión general del sistema cada 6 meses
Con nuestros técnicos especializados y equipos modernos, garantizamos una inspección profesional y segura.
El sistema de frenos está compuesto por pastillas, discos y líquido de frenos, y cada uno cumple una función vital para detener tu vehículo de forma segura. Aunque muchas veces no lo notas, el desgaste ocurre con cada frenada.
La buena noticia es que con mantenimiento preventivo y diagnóstico oportuno, puedes evitar fallas, reducir costos y alargar la vida útil de tu vehículo.
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